Cortes de Madrid. Año de LXIIj, 1563
Las leyes y pragmáticas eran aprobadas en las Cortes a iniciativa del rey, y como tales eran manifestaciones del Derecho real y, por lo tanto, del absolutismo. El Quaderno de las leyes y pregmaticas que aquí se presenta incluye una curiosa pragmática que intenta regular el uso de trajes y vestidos. Esta edición fue impresa en Alcalá de Henares en 1563 por el impresor Andrés de Angulo e incluye el privilegio real. Como se puede comprobar en el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico, de este Quaderno hay varias ediciones y más ejemplares iguales o similares. La única universidad madrileña que custodia un ejemplar de este Quaderno es la Universidad Carlos III de Madrid en un volumen facticio muy bien conservado que reúne otros textos de las Cortes de Castilla del siglo XVI. La encuadernación del volumen es de piel con nervios y hierros dorados en el lomo.
Con Felipe II Madrid se convirtió en capital, es decir, en Villa y Corte, en 1561. A partir de ese momento todas las Cortes de Castilla, a excepción de dos, se celebraron en Madrid hasta el siglo XVIII, cuando tras los Decretos de Nueva Planta las Cortes de Castilla y Aragón pasaron a convocarse de forma conjunta. Esto significa que este Quaderno de las leyes y pregmaticas de 1563 recoge la primera producción legislativa de las Cortes de Castilla en Madrid además de peticiones de Cortes anteriores celebradas en diversos lugares.
Las leyes y pragmáticas (o “pregmaticas”) eran aprobadas en las Cortes a iniciativa del rey, y como tales eran manifestaciones del Derecho real y, por lo tanto, del absolutismo. El Quaderno de las leyes y pregmaticas que aquí se presenta incluye una curiosa pragmática que intenta “poner remedio y proueer cerca del excesso y desorden que en lo de los trajes y vestidos en nuestros reynos auia: el cual auia venido a ser tan grande que los nuestros subditos y naturales en los dichos trajes y vestidos e inuenciones y nueuos vsos y hechuras consumían sus haziendas y muchos de ellos estauan consumidos y destruydos”.
Los capítulos, en cambio, eran disposiciones propuestas por los “brazos” o “estados”, que representaban a la nobleza, al estamento eclesiástico o al estado llano a través de las ciudades y villas. Los temas que se trataban eran muy variados, desde aumentar el salario a los regidores hasta marcar a los ladrones con un hierro en el hombro. A todos ellos daba respuesta el rey, quien podía estimar o desestimar las solicitudes.
Esta edición fue impresa en Alcalá de Henares en 1563 por el impresor Andrés de Angulo y era vendido por Francisco López, librero de corte. Incluye la firma del Licenciado Montalván, sin la cual no era posible su impresión y venta, ya que la actividad impresora dependía de la concesión del privilegio real. Como se puede comprobar en el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico, de este Quaderno hay varias ediciones y más ejemplares iguales o similares. Por ejemplo, en Madrid, en la Biblioteca Nacional, así como en las universidades de Salamanca, Valladolid y Zaragoza.
La única universidad madrileña que custodia un ejemplar de este Quaderno es la Universidad Carlos III de Madrid en un volumen facticio muy bien conservado que reúne otros textos de las Cortes de Castilla del siglo XVI. La encuadernación del volumen es de piel con nervios y hierros dorados en el lomo.