Arte de los metales, 1770
Este libro, Arte de los metales, de Alvaro Alonso Barba, publicado por primera vez en el siglo XVII, fue considerado como una obra esencial para el estudio de la evolución histórica del arte de la metalurgia. Se trata de un compendio práctico sobre los procedimientos utilizados para la obtención de los metales contenidos en los minerales, especialmente del oro y de la plata, mediante el uso del azogue. El libro describe además la riqueza argentífera del subsuelo americano.
La Universidad Politécnica de Madrid, conserva varios ejemplares de esta obra, correspondientes a la edición de 1770, así como un ejemplar de la traducción francesa de 1730.
Alvaro Alonso Barba nació en 1569 en Lepe, localidad en la que inició sus primeros estudios continuándolos después en Sevilla, obteniendo la licenciatura de Artes. Amplió también sus estudios con la licenciatura en Teología y la carrera eclesiástica.
En 1604 partió hacia el sur de América investigando y experimentando sus estudios sobre la práctica minera en Charcas y Tarabuco. Años más tarde fue trasladado a Potosí siendo nombrado párroco de San Bernardo en 1635. Allí alternó su labor apostólica con su trabajo de investigación en las minas, realizando un estudio para el óptimo aprovechamiento de los recursos de la mina de plata más importante del mundo.
De vuelta a España en 1657 exploró los principales yacimientos mineros de la península, desde el País Vasco hasta Andalucía. Murió en 1662, en Sevilla, cuando pensaba reemprender su vuelta a América.
Todos sus conocimientos sobre minería quedaron recogidos en el tratado que publicó en 1640 con el título Arte de los metales. La obra, dividida en 5 libros, dedica sus primeros capítulos a la formación de los metales y a los procedimientos para su localización, mientras que el segundo libro describe el modo común de beneficiar los minerales de plata por azogue. El tercero trata del procedimiento de amalgamación de los metales por cazo y cocimiento y el cuarto, del beneficio de los metales por fundición. El quinto y último libro enseña el modo de refinar y separar los metales. Ilustran el texto una serie de pequeños grabados, muchos de ellos reproducidos posteriormente en otros tratados de minería.
A partir de la segunda edición, impresa en 1729, y en las versiones posteriores, la obra aparece publicada junto con el Tratado de las antiguas minas de España, escrito por Alonso Carrillo y Laso.
Fue también el primer tratado sobre metalurgia escrito en castellano, a la vez que una obra muy consultada. Su éxito se vio pronto reflejado en las traducciones que se hicieron, al inglés en 1670, al alemán en 1676, y al francés en 1730. En España se convirtió en el manual básico en los estudios mineros hasta mediados del siglo XIX.
Además de los ejemplares pertenecientes a la edición de 1770 conservados en la biblioteca de la Escuela de Minas la biblioteca de la Escuela de Arquitectura conserva también un ejemplar, en octavo, de la traducción francesa de 1730 y en la que las ilustraciones cobran una mayor relevancia como láminas independientes del texto y con una cuidada técnica calcográfica.