Sermon de S. Ignacio de Loyola, 1642
Durante toda su vida sacerdotal el catedrático de Sagrada Escritura Manuel de Nájera (Toledo, 1603-Madrid, 1680) fue ante todo un docto predicador, que escribió en castellano y latín más de treinta volúmenes de sermones. Entre ellos se encuentra el Sermón de San Ignacio de Loyola dedicado a predicar el día del fundador de la Compañía de Jesús en la Universidad de Alcalá, en el cual, como en el conjunto de su obra, predomina lo moralizante sobre lo espiritual o puramente exegético. En sus ampulosos sermones, de estilo conceptuoso y lleno de contrastes y paradojas, se encuentra doctrina sólida. Nájera es un predicador que conserva dignidad y decoro en el uso de la cátedra, manteniéndose en una línea de contención clásica.
Manuel de Nájera (Toledo, 1603-Madrid, 1680) es considerado como una de las figuras más importantes de la oratoria barroco. Hecho el noviciado en Madrid, estudio Filosofía en Huete y Teología en Alcalá. Enseño tres años Gramática, tres Filosofía y cuatro Teología en Murcia (1633-1665), seis Sagrada Escritura en Alcalá (1643-1649), y ocho la Filosofía política en el Colegio Imperial de Madrid (1649-1657), donde fue doce años predicador titular (1653-1665) de Felipe IV, de los más de treinta que residió en Madrid.
Durante toda su vida sacerdotal Manuel de Nájera fue ante todo un predicador que escribió en castellano y latín más de treinta volúmenes de sermones. Entre ellos se encuentra el Sermón de San Ignacio de Loyola dedicado a predicar el día del fundador de la Compañía de Jesús en el cual, como en el conjunto de su obra, predomina lo moralizante sobre lo espiritual o puramente exegético. En sus ampulosos sermones, de estilo conceptuoso y lleno de contrastes y paradojas, se encuentra doctrina sólida. Nájera es un predicador que conserva dignidad y decoro en el uso de la cátedra, manteniéndose en una línea de contención clásica.
El sermón se encuentra dedicado a Luis de Haro y Paz, caballero de la Orden de Santiago, porcionero en el Colegio Mayor de San Ildefonso de Alcalá, prior de Arguedas (Navarra), y arcediano de Treviño en la Iglesia de Burgos, hijo de García de Haro y Avellaneda, conde de Castrillo, del cual Nájera era capellán en aquella época. El texto se encuentra dividido en once partes precedidas de una salutación. Los márgenes de las páginas del impreso están salpicados de glosas remitiendo al lector principalmente a citas bíblicas.