Gazophilatium regium perubicum, 1675
Gazophilatium regium perubicum es una compilación de la normativa legal, relativa a la Hacienda del Virreinato del Perú, que realizó el jurista Gaspar de Escalona y Agüero para aclarar el confuso panorama legislativo que entonces existía sobre dicha materia. La obra, dividida en dos partes, la primera en latín y la segunda en español, incluye también diversas ordenanzas reales para los Tribunales de Cuentas de las Indias y fue publicada por primera vez en Madrid en 1647 por la Imprenta Real. Años después, el librero Gabriel de León costeó una nueva edición que salió de los talleres del impresor Antonio González de Reyes en 1675.
El argentino peruano Gaspar de Escalona y Agüero (1590-1652), considerado uno de los principales juristas en materia de derecho indiano, nació en la villa de La Plata (actual Sucre, en Bolivia), estudió leyes en la Universidad de San Marcos de Lima y ocupó, sucesivamente, diferentes cargos en la Administración virreinal. Fue corregidor de Cochabamba y Jauja, gobernador de Castrovirreina, procurador general de Cuzco y, ya al final de su vida, oidor en la Audiencia de Chile.
También fue visitador de las cajas reales de Guanuco y Trujillo (entre 1631 y 1636) lo que le permitió conocer de primera mano el funcionamiento de la Hacienda Real en el Virreinato del Perú y así redactar su Gazophilatium regium perubicum, posiblemente el más importante tratado financiero de la época colonial. Se publicó por primera vez en Madrid en 1647 por la Imprenta Real y en la dedicatoria al rey Felipe IV, el autor explicaba que Gazofilacio es el “nombre que corresponde a Erario, Cámera o archivo donde se guarda y deposita no sólo la riqueza, sino los títulos, escrituras y reglas con que se administran las Rentas de aquel Ceptro”. En 1675 salió de la imprenta de Antonio González de Reyes una nueva edición costeada por el librero Gabriel de León.
Conocemos muy pocos los datos sobre el impresor Antonio González de Reyes. Sabemos que estuvo activo en Madrid entre 1674 y al menos 1714, fecha de su testamento, y que murió sin descendencia, pasando la imprenta a manos de su sobrina Ana, casada con el también impresor Alonso Balbás.
Gabriel de León (ca. 1620-1688) fue un importante mercader de libros madrileño. Alcanzó cierto prestigio social y ocupó diferentes cargos, entre ellos el de Recaudador General del impuesto sobre el papel blanco. Fue un hombre de amplia cultura, como revelan las dedicatorias que escribió a diversos personajes ilustres, y su holgada posición económica le permitió actuar también como editor. Entre los numerosos libros que costeó figura la edición que nos ocupa del Gazophilatium regium perubicum. En la portada, a dos tintas, figura su marca tipográfica: un león tumbado, rodeado de abejas, que sujeta un escudo con las iniciales “GDL” y, sobre él, una filacteria con el lema “DE FORTI DVLCEDO” (del fuerte la dulzura), todo ello situado en un paisaje con montañas al fondo. Su hijo Pedro, que se había establecido en Lima y se dedicaba también al comercio de libros, regresó a Madrid y a la muerte de su padre se hizo cargo de la empresa que pasó a denominarse Herederos de Gabriel de León.