El licenciado D. Diego Loaysa… pleito con D. Antonio de Sepulueda, 1630

La obra que presentamos puede ser de interés para el historiador del derecho del siglo XVII, ya que contiene alegaciones acerca de un pleito de hidalguía por parte del licenciado Diego Loaysa Bernaldo de Quirós, Fiscal de la Real Chancillería de Valladolid. Este Diego Loaysa estudió en la Universidad de Salamanca y fue Fiscal y Oidor de la Chancillería de Valladolid, también Fiscal de la Audiencia de Sevilla, llegando a ser Oidor del Consejo de Hacienda en 1671.
Desde los Reyes Católicos, fue común en Castilla acudir a los Tribunales para demostrar la nobleza de sangre o hidalguía, lo que no era cuestión baladí, ya que los hidalgos no tenían que pagar los impuestos comunes a los que los pecheros (el pueblo llano) debían someterse. Eran dos Reales Audiencias los tribunales competentes para dirimir la cuestión: la Real Chancillería de Valladolid, cuya competencia incluía todo el territorio al norte del río Tajo, y la Real Chancillería de Granada, que se encargaba del territorio del sur. En sus Archivos se conservan hoy miles de estos pleitos, lo que da testimonio de su importancia.
En cuanto a esta obra, ya dijimos que presenta los comentarios de uno de estos juicios de hidalguía por el Fiscal de la Chancillería de Valladolid, lo que puede servir de ejemplo para casos de pleitos similares. Así en su portada reza: “y generalmente sobre todos los casos semejantes y dependientes, y que efectos tengan en derecho, así en pleytos de hidalguías de sangre como de privilegio”. La presencia de alguna anotación y subrayado por parte de alguno de sus anteriores propietarios confirma este carácter de uso para el estudio.
En el aspecto bibliológico, en la portada de la publicación figura la fecha de 1630, aunque desgraciadamente no sabemos ni el lugar de impresión ni el taller del que salió. En esta portada, además de un extenso título explicativo del contenido, figura el grabado del escudo de los Austrias españoles, junto con el lema Sume superbiam quaesitam meritis. Consta de 81 hojas foliadas, y presenta dos tipografías distintas: una para el texto normal y otra más pequeña para las numerosas notas que se registran en los márgenes donde el autor maneja abundante jurisprudencia para apoyar sus argumentos.
Tampoco tenemos noticia de la tirada que pudo tener la edición, solamente conocemos de la existencia de otros dos o tres ejemplares más en bibliotecas españolas, aunque existe alguna otra publicación de carácter similar a ésta cuyo autor es el mismo Diego Loaysa.