Exposición y declaracion sobre el tratado de cortes de fabricas, 16 – -
Este importantísimo tratado de estereotomía realizado por Alonso de Vandelvira (1544-1626), arquitecto y cantero como su padre -el gran maestro Andrés de Vandelvira (ca. 1505-1626)-, recoge todo el conocimiento de ambos en el arte y ciencia de cortar la piedra, así como su dominio en la resolución de algunos planteamientos geométricos difíciles.
Desaparecido el tratado, pero identificado su título original por Fray Lorenzo de San Nicolás (1593-1679) como Libro de traças de cortes de piedra, ha llegado hasta nosotros a través de dos copias manuscritas.
La copia reproducida corresponde al manuscrito conservado en la biblioteca de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, de la Universidad Politécnica de Madrid.
De este tratado original se conservan dos versiones manuscritas de un especial valor: una en la Biblioteca Nacional de España, con el título Libro de cortes de cantería, escrita y firmada en 1646 por Felipe Lázaro de Goiti (ca. 1600-1653), maestro mayor de la catedral de Toledo, y otra copia, más completa, escrita por Bartolomé de Sombigo y Salcedo (1620-1682), maestro también de la catedral de Toledo, conservada en la biblioteca de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid. Esta última lleva por título Exposición y declaración sobre el tratado de Cortes de Fábricas que escrivio Alonso de Vandelvira. A diferencia de la copia manuscrita de la Biblioteca Nacional esta no tiene fecha, si bien Manuel Gómez Moreno y Genevieve Barbè-Coquelin de Lisle, -ambos estudiosos del manuscrito-, datan la copia también en la primera mitad del siglo XVII.
El tratado, dedicado por completo a la estereotomía, se presenta estructurado en pequeños capítulos o títulos en los que se van exponiendo soluciones a diferentes problemas constructivos sobre este arte. Vandelvira, después de definir las trazas de cortes de piedras en el título primero, dedica los siguientes a analizar los diferentes tipos de pechinas, cimbras y trompas. Los capítulos sucesivos, están dedicados al análisis de los arcos, las troneras y los capialzados. Continúa con el estudio de los caracoles de las escaleras y termina con los capítulos dedicados a las capillas redondas, cuadradas y triangulares. J. M. Pérouse de Montclos, estudioso de la historia de la estereotomía, llegó a afirmar de esta obra que en Francia, aparte del tratado de Frézier, no existió una obra de tal amplitud sobre este tema, superando en dibujos y dificultad a los de Philibert de l’Orme.
La versión manuscrita de la Escuela de Arquitectura de Madrid presenta una bella portada arquitectónica, que en realidad no sería la original de la copia manuscrita, ya que la imagen que reproduce es la portada grabada del Libro d’Antonio Labacco appartenente all’architettura, nel qual si figurano alcune notabili antiquitá di Roma (Roma, 1552). Parece como si se hubiera recortado ese título original para pegar un papel con el título de la copia de Bartolomé de Sombigo.
El libro conserva también una bellísima encuadernación en tafilete rojo oscuro con hierros dorados y escudo de armas reales, que se puede fechar en la primera mitad del siglo XVII.
El tratado, dedicado por completo a la estereotomía, se presenta estructurado en pequeños capítulos o títulos en los que se van exponiendo soluciones a diferentes problemas constructivos sobre este arte. Vandelvira, después de definir las trazas de cortes de piedras en el título primero, dedica los siguientes a analizar los diferentes tipos de pechinas, cimbras y trompas. Los capítulos sucesivos, están dedicados al análisis de los arcos, las troneras y los capialzados. Continúa con el estudio de los caracoles de las escaleras y termina con los capítulos dedicados a las capillas redondas, cuadradas y triangulares. J. M. Pérouse de Montclos, estudioso de la historia de la estereotomía, llegó a afirmar de esta obra que en Francia, aparte del tratado de Frézier, no existió una obra de tal amplitud sobre este tema, superando en dibujos y dificultad a los de Philibert de l’Orme.
La versión manuscrita de la Escuela de Arquitectura de Madrid presenta una bella portada arquitectónica, que en realidad no sería la original de la copia manuscrita, ya que la imagen que reproduce es la portada grabada del Libro d’Antonio Labacco appartenente all’architettura, nel qual si figurano alcune notabili antiquitá di Roma (Roma, 1552). Parece como si se hubiera recortado ese título original para pegar un papel con el título de la copia de Bartolomé de Sombigo.
El libro conserva también una bellísima encuadernación en tafilete rojo oscuro con hierros dorados y escudo de armas reales, que se puede fechar en la primera mitad del siglo XVII.